jueves, 16 de febrero de 2012

Formación de públicos: El decálogo del cinéfilo

Cannes, el festival de festivales
Alguna vez, para un taller de Apreciación Cinematográfica, redacte una lista de "mandamientos" con la intención de compartir con los talleristas lo que yo considero -como público y gestor cultural- la manera adecuada de comportarse en una sala de cine. Obviamente, los puntos son debatibles pero todos se basan en el respeto, palabra clave en estos asuntos del arte y la cultura -y cualquier otro ámbito.

DECÁLOGO DEL CINÉFILO*
Primer mandamiento:
Amarás al cine como a ti mismo. El cinéfilo sabe que la magia que se produce en la oscuridad de la sala de proyección (o en la comodidad de su hogar) es única, y por ello amará cualquier aspecto que tenga que ver con la Fábrica de sueños.

Segundo mandamiento:
Verás la película de principio a fin. El cinéfilo sabe que cualquier película empieza con el logo del estudio o productora que aparece en la pantalla (o a veces antes) y termina cuando las últimas “letritas” de los créditos acaban de pasar; por tanto es perfectamente sabedor de que la película empieza mucho antes de que el primer actor o actriz abran la boca.

Tercer mandamiento:
No distraerás al público ni a ti mismo. El cinéfilo es respetuoso de su propia experiencia y de la de los demás. Cada cuadro, cada fotograma que aparece en pantalla tiene el potencial de ofrecer información o sensaciones vitales para la experiencia cinematográfica, por tanto, el cinéfilo:

-      *Apagará su celular o lo pondrá en vibrador, y si debe contestar una llamada lo hará fuera de la sala.
-      *No hablará durante la función. Si necesita comentar algo (sobre la película) lo hará en voz baja y al oído de su acompañante. Pocas veces interesará saber a los demás espectadores que un cinéfilo tiene juanetes o que ya descubrió quién es el asesino antes de que la misma película nos lo informe.

Cuarto mandamiento:
Llegarás a tiempo para ver los avances. Aunque al cinéfilo no le interesan sobremanera los anuncios comerciales antes de una película, sí disfruta los trailers o avances de las próximas obras que podrá experimentar. Por esta razón, pondrá toda su atención (y silencio) en la pantalla desde que las “futuras atracciones” aparecen. De igual forma, a un cinéfilo le parecerá grosero que la gente llegue cuando las luces se han apagado por completo.

Quinto mandamiento:
Santificarás el formato y la versión. Siempre que pueda, el cinéfilo preferirá la experiencia de estar en una sala para ver una película, que rentarla o comprarla para disfrutarla en casa. “El cine se ve mejor en el cine”, ésa es su máxima.

El cinéfilo siempre preferirá la versión original de una película en cuanto a idioma hablado se refiere, y hará todo lo posible por evitar las películas dobladas.

Sexto mandamiento:
No sufrirás. Aunque el cinéfilo debe respetar la obra que aprecia; aunque debe tener la mente abierta a las ideas, imágenes, sonidos y palabras que el director le comparte; aunque es sabedor de que una película sólo se vuelve un todo cuando acaba -y por tanto sus misterios y complicaciones se resuelven hasta el final; a pesar de todo esto, si al cinéfilo no le gusta una película podrá abandonar la sala, pero jamás deberá interrumpir la experiencia de lo que sí la están disfrutando (Véase Tercer mandamiento).
Rodaje de Je vais retrouver mon père (Bernard Djatang / Francia / 2010-2011).
Séptimo mandamiento:
Reconocerás el talento: El cinéfilo tiene la capacidad de dividir su opinión -totalmente subjetiva-, de la valoración de aspectos formales que una pieza cinematográfica pueda tener. 

Para ello, ya sea antes o después (de preferencia después, para no llegar muy prejuiciado), el cinéfilo se informará sobre la obra y sus realizadores; sobre sus influencias reales, imaginarias o históricas; y sobre cualquier otro detalle que pueda iluminar su camino.

Cuando el cinéfilo tenga la oportunidad de escuchar y ver a los involucrados de una película, acudirá a la cita para aprender sobre la experiencia de estos; aplaudirá sólo cuando la película haya terminado (Véase Segundo mandamiento).

La mexicana Elisa Miller en los Encuentros de Cines
de América Latina de Toulouse, 2011.
Diálogo sobre su película
(en competencia)
Vete más lejos, Alicia
Octavo mandamiento:
Conocerás la terminología. El cinéfilo sabe que un documental es una película, que un cortometraje es una película, y que una animación también es una película; sabe que de acuerdo al modo de producción o a su duración, una pieza cinematográfica recibe distintos nombres pero que todos estos son sinónimo de una palabra mágica: película.

También sabe que no es lo mismo filmar que grabar y que el primero cuesta más que el otro.

Noveno mandamiento:
Respetarás a los clásicos y a las extranjeras: El cinéfilo amará y respetará a los clásicos y a las películas que no son de “su época” ni de su contexto sociocultural por lo que representan: piezas que hablan de la historia del mundo y de la forma en que éste era o es en un momento determinado; comprenderá a estas obras como producto de un momento y lugar específicos y no caerá en desesperación porque las actuaciones son “extrañas”, porque no hay diálogos, porque el ritmo es “diferente” o “lento”, porque las imágenes son en blanco y negro y no a color, o porque la historia es contada de forma distinta a lo que está acostumbrado.

Décimo y último mandamiento:
Disfrutarás el cine sin darle importancia a decálogos. La experiencia de cada cinéfilo es única e irrepetible (por más que veas 45 veces la misma entrega de Crepúsculo) y por lo tanto cada segundo que pases frente a una historia audiovisual será sagrado, y nada ni nadie te la podrá quitar.


*Texto traducido del original, en francés, escrito por uno de los achichincles de los hermanos Lumière. Ca. 1895.



Escena final de El automovil gris musicalizada en vivo por 
María y José, proyecto del productor tijuanense Tony Gallardo.
Encuentros de Cines de América Latina de Toulouse, 2011.

No hay comentarios: